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Antártida
CIENCIAS - GLACIOLOGÍA
Geografía de los glaciares antárticos
uatro grandes islas unidas por una enorme capa de hielo conforman la Antártida. Esta capa alcanza en ocasiones 3.000 m. de espesor y depara cotas artificiales de 2.700 m. sobre el nivel del mar, en tierras que, en realidad, se encuentran deprimidas unos 300 m. por debajo de dicho nivel.
El área comprendida entre las islas mayores -situadas en el hemisferio occidental- es una vasta extensión, una tercera parte de la cual cubre la plataforma glacial de Ross sobre el mar de su nombre; y la de Filchner, sobre el de Weddell. En estas zonas la roca firme de fondo, que en realidad constituye la verdadera superficie, se encuentra a unos 1.000 m. por debajo del nivel del mar. El espesor del hielo de estas plataformas glaciales es variable, pero puede enunciarse de unos 300 m. por debajo de los cuales se extiende una capa análoga de agua hasta la base sólida.
Izquierda: geografía antártica sin hielos;
derecha: geografía antártica mostrando las plataformas heladas
En el gráfico se puede observar un perfil aproximado de la corteza de hielo, de la roca firme y del agua, en una línea quebrada que discurre desde la Cresta Sentinel hasta Tierra Victoria, pasando por la estación americana Byrd, la barrera de Ross, la estación inactiva de Little América, el glaciar Skelton y la meseta llamada Plateau Depot. Es decir, comprende regiones en las cuales hay roca visible y otras en las cuales los espesores de hielo son considerables, aparte de alguna, como es el caso de la barrera de Ross, en las cuales la corteza de hielo constituye un banco en flotación sobre el mar donde se generan la mayor parte de iceberg tabulares australes.
La hoja de hielo continental tiene un volumen aproximado de 30 millones de kilómetros cúbicos, y representa alrededor del 90% del hielo total del planeta. El espesor promediado del hielo es de unos 2000 metros. Muchas partes del Mar de Ross y Mar de Weddell se encuentran cubiertos por plataformas de hielo, o placas de hielo flotantes. Estas placas (la barrera de hielo de Ronne y Filchner) junto con otras que se encuentran alrededor de las márgenes continentales, constituyen aproximadamente el 10% del área de hielo antártico.
Se ha podido constatar la existencia de una cúpula o casquete de hielo sobre el polo sur geográfico, del orden de los 3.000 m. de espesor, que se mantiene sensiblemente uniforme hacia la región denomina South Ice, a lo largo de la falda de los montes Pensacola, y que, sin descender mucho de nivel, disminuye de espesor cuanto más próxima es la distancia a Plateau Depot y a la caída sobre la barrera de Ross. Las cotas de la cúpula de hielo son mas elevadas en la zona de Komsomolskaya y Sovietskaya, aunque es menos preciso el perfil de la masa de roca subyacente.
La base continental del Antártico se encuentra más honda que cualquier otro continente de La Tierra. Esto es debido a que la deprime la inmensa masa de hielo de la superficie, y también porque los glaciares en sus desplazamientos han corroído profundamente los lechos marinos. Estos valles glaciales tienen a menudo más de 500 m. de profundidad, y pueden alcanzar los 2000 m. Se hallan alrededor del Antártico y son especialmente profundos donde cruzan las grandes barreras glaciales. El valle más profundo se localiza bajo el glaciar Lambert, donde el lecho de roca marina se encuentra a más de 3400 m. por debajo del nivel del mar.
Los glaciares han producido también muchos otros rasgos geográficos en la base continental, dejando un paisaje alargado lleno de profundas fisuras, producto de la erosión que provocan las masas glaciales en sus desplazamientos. Estos paisajes tienen sus homólogos en otros puntos localizados en Europa, América del Norte y Nueva Zelanda.
El volumen de la capa de hielo antártica debió fluctuar bastante desde su nacimiento. Pudo haber sufrido una desglaciación hace tres millones de años. Existen evidencias de que el mar ha estado más alto de nivel en muchas áreas de La Tierra. Hoy, la placa de hielo parece encontrarse en un estado de equilibrio, ni creciente ni decreciente, aunque existe la polémica de si la rotura de grandes bloque de hielo tabulares de grandes barreras de hielo como la de Ross, Filchner y Amery, pueden suponer un indicio de que la situación esté cambiando.